Quédate conmigo

En la primera parte de este espacio, la mesa de invitados trataba la actualidad del corazón ayudados por un actor que encarnaba diferentes personajes en un tono irónico y con mucho humor. Uno de esos personajes satirizados era, por ejemplo, el de Mari Infierno, que era el clon cómico de Mari Cielo Pajares, muy de moda en aquellos días. Otros blancos fáciles eran los personajes de la primera edición de Gran Hermano, que acudieron regularmente al programa.

En la segunda parte del programa, en la que también había un concurso telefónico para los espectadores muy similar al bingo, se trataban diferentes cuestiones. A diario, se planteaba una cuestión que se debatía en el plató bajo el formato de talk show. La mayor parte de los temas debatidos estaban relacionados con el mundo de la pareja, la estética, las predicciones, las relaciones familiares y, en general, todos los de interés social. Algunos personajes de la calle aportaban sus testimonios y se establecía un auténtico debate entre ellos, los miembros de la mesa y el público del plató, enriqueciendo de esta forma los contenidos del programa. Todo ello estaba animado con actuaciones musicales y desfiles de moda con las últimas tendencias estéticas.