Cita con Apeles

Al programa acudía todo aquel que tuviera algo que decir o que demostrar, y para ello disponía de dos posibilidades: un escenario y una silla. Si el concursante tenía algo que decir, ya fuera una queja, un discurso a favor de una idea política o recitar versos, se sentaba en una silla y el público del plató, a través de un mando, decidía si querían seguir escuchando o no. Cuando el voto negativo del público llegaba a superar el 50%, entonces la silla se desplazaba por un carril y echaba fuera de concurso al orador.

Automáticamente, empezaba otro concursante a dirigirse al público.

En el caso del escenario, generalmente lo ocupaba gente con ganas de cantar. Otros bailaban o hacían showsde magia. En ese caso, el público decidía a través del mando cuándo debía bajarse el telón en función del interés que generaba la actuación. De esa manera, los ganadores eran los que aguantaban más rato con el beneplácito del público.